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sábado, 23 de junio de 2012

Con lágrimas y palabras...


Con lágrimas y palabras, te escribo,
en dónde quieras que estés...

Tú tranquilidad se reflejaba en mi sosiego
cuando estabas cerca, transformándose
en un desasosiego, ahora… al no verte
sentado en tú jardín.

Las ranas sonreían, cuando
te sentabas a su lado, y
los pájaros te cantaban, cuando
volabas con ellos, en esa naturaleza
que todavía no te olvida.

Tú sonrisa… en mi recuerdo,
tú canción… en mis oídos, no pueden
calmar el silencio profundo, que aterra
el rincón que dejastes vacío.

Con lágrimas y palabras, te escribo
en dónde quieras que estés…


A Pepe Morcuende, por haber sido uno más de mi familia.


1 comentario:

  1. Acabo de entrar por tu blog después de mucho tiempo sin hacerlo, y me encuentro con esto que escribiste hace algo más de dos meses. Creo que habla por sí solo, quizá se queden cortas todas las palabras que se le puedan dedicar. Un abrazo para Chiqui, Jose, María y el resto de la familia. Grande Nacho, enorme Pepe.

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