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sábado, 27 de octubre de 2012

ITINERARIO MUSICAL A TRAVÉS DE CUADROS


“Cierro mis ojos para ver”
Paul Gaugin
(Pintor francés, posimpresionista)



¿Puedes dibujar un sonido?, ¿puedes escuchar un color?, ¿A qué suena el mundo cayendo por la escalera?, ¿puedes hablar en silencio?...


Cierra los ojos, y piensa… lo importante es centrar la concentración en lo que oyes o mejor dicho en lo que escuchas. Te darás cuenta que todo lo que suena a tú alrededor, tiene un sentido, tiene una imagen, tiene un óleo… pero ¡céntrate!, ¿lo escuchas?

Si nos ponemos a cavilar y a escuchar atentamente, podemos llegar a la conclusión, de como el arte y más concretamente la pintura, está llena de sonidos atrapados bajo una miscelánea de colores, que nos quieren transmitir un mensaje. En sus trazos, la pintura esconde melodías, ritmos, voces, ruidos..., pero solo son percibidos por aquellos que se detienen y agudizan el oído finamente, sobre el lienzo en cuestión. ¿Puedes disfrutar del arte con otros sentidos, a parte de los ojos?, ¿puede hablar un cuadro?, ¿suena el silencio?... ¿Y por qué no?, ¡Préstale tú voz a este mundo mudo!

Hoy desde mi rincón, quiero acercar una actividad basada en la creatividad del espectador, que a su vez asume el papel de oyente, en donde juega un rol importante la imaginación. Se trata de un itinerario musical a partir de cuadros, una actividad que realizamos el último curso de carrera en la universidad, en la asignatura Expresión musical. Donde os invito a romper el silencio y a hacer sonar la pintura a partir de tú mirada, a partir de tú música, a partir de tú voz, a través de tú interior...

 El cuadro elegido, es una composición cubista de Rafael LLopis Nadal, en dónde podemos ver un reflejo de rabia de la pianista, quizás ante una situación de furor y dolor. Esto me lo transmite, al ver como tiene apoyada con una mano el piano y con otra tiene la forma de un lápiz y está sangrando, y pintando con la sangre en el muro que apoya el piano. 

            Con este lienzo, debemos saber que la música y la pintura no solo deben reflejar momentos de alegría, sino que muchos compositores realizaron obras en momentos de caídas sentimentales, y que fueron acogidas de mejor manera que muchas obras de carácter gozo. Por ello, posiblemente la música que está tocando puede ser triste y melancólica.

Según esto, ahora me planteo las siguientes propuestas, para hacer en este itinerario musical: ¿Cómo suena la obra?, ¿la escuchas?, ¿qué melodía sientes que está tocando?, ¿qué sonido asociarías a este cuadro?, ¿qué olor?, ¿qué recuerdo?, ¿qué sientes al verlo?, ¿frío o calor?, ¿pena o alegría?...

Personalmente, está obra cubista, me lleva a la canción del músico francés Yann Tiersen, La Valse d'Amelie piano. Shakespeare decía que donde mueren las palabras, nace la música, y creo que también la pintura. Siempre hay que imaginar un sonido, en cualquier situación de silencio.



Yann Tiersen - La Valse d'Amelie piano

miércoles, 17 de octubre de 2012

La locura, un cierto placer…


“Loco no es el que ha perdido la razón,
 sino el que lo ha perdido todo, todo, menos la razón.”
 Gilbert Keith Chesterton  (Escritor británico).

Últimamente, la noche me envuelve en los escritos afligidos del poeta francés Antonin Artaud. Un poeta descubierto gracias a la obra musical del cantante argentino Luis Alberto Spinetta, el cual además le dedica uno de sus discos, en donde “El Flaco” influenciado por la obra del autor francés, expresa su reacción ante la misma de una forma melodiosa. Curiosamente este disco es uno de los más importantes en la vida artística del músico y sobre todo, ha ejercido gran influencia en la historia de la evolución del rock argentino.

 
Antonin Artaud, fue otro de los tantos poetas malditos, que muere antes de que su genio sea reconocido por su valor razonable. Un joven atormentado que encuentra en la poesía y en el teatro, un medio de expresar las obsesiones y delirios de los que estaba constantemente rodeado y que le costó la reclusión psiquiátrica en varias ocasiones. De estas reclusiones, él no tiene grandes recuerdos y estaba en contra del trato llevado a cabo en su internamiento, dónde los métodos utilizados y la atención psiquiátrica, no eran de su convicción: “Lo que es atroz es que en pleno siglo XX un médico se pueda apoderar de un hombre y con el pretexto de que está loco o débil hacer con él lo que le plazca. Yo padecí cincuenta electroshocks. Estoy asqueado del psicoanálisis, de ese "freudismo" que se las sabe todas".

Su obra en general, refleja todo el sufrimiento por lo que el dramaturgo francés pasó durante años, la superación de una grave enfermedad, las crisis de fe que sufre constantemente, la muerte de su hermana… esto nos permite explicar los principales motivos de una obra llena de escritos fatalistas, de escritura violenta, sangrienta, cruel... muchas veces difícil de digerir.

El suelo está emparedado de almas
y de mujeres con un sexo hermoso
dónde los minúsculos cadáveres
reflejan sus momias.

(Extraído de su poema Allí donde tiemblan de "El Ombligo de los Limbos” (1925))

En realidad, el sufrimiento que te acarrea leer sus obras, no deja evadirte de una cuota de desesperación, esto es lo que resalta en el lector y te permite llegar a analizar la genialidad del pensamiento, de una mente privilegiada.
  
Afirmaba el escritor estadounidense Ambrose Bierce , “Todos son locos, pero el que analiza su locura, es llamado filósofo”. Artaud es un ejemplo destacado de escritor de categoría, con graves trastornos de la personalidad. No hay genialidad sin locura, ya lo decía Aristóteles...


    Poeta Artaud

¡Poeta!, ¿para qué escribes?


Cuando hay monomanía, todos
te dejan de lado.
Cuando hay respuesta, tú
sentimiento se ve correspondido.
Pero cuando hay olvido…
 tú corazón se queda,
enmudecido en el papel.

¡Poeta Artaud!, tú pluma refleja, la
bipolaridad de la vida.
Tú locura, el placer…
                                                                            Nacho Peña