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sábado, 5 de septiembre de 2015

¡¡Déjate llevar… no dejes de pensar…!!

“Tú voz con su canción, es respetable.
 La contraria también, con su silencio…”
José Manuel Díez
(Poeta extremeño,  versos extraídos
del  poema Los contrarios).

  


Hoy decido hablar de un tema algo complejo, en el que la mayoría de las personas nos encontramos inmerso y que muchos días me hace reflexionar de manera importante, sobre la forma de tomar decisiones. Es aquí donde la razón y la emoción o lo que es lo mismo el pensamiento y el corazón, juegan un papel primordial, que te llevarán a tomar una determinación de forma afortunada o por el contrario desafortunada.

            A la hora de tomar una decisión, siempre buscamos respuestas más fáciles, soluciones viables… aquellas que mayor beneficio nos puede aportar, sin tener en cuenta si las consecuencias, que a posteriori van a ser buenas o malas. Analizando esto (y no sé si estaréis de acuerdo), en la mayoría de los casos, nos dejamos guiar por la decisión que nos viene desde el corazón, en vez de la que nos aporta la razón y creemos que ésta es la adecuada. En este sentido, no creo que el juicio que dictamina el corazón sea el más correcto, aunque en cierto modo e intrínsecamente hablando, puede ser el correcto en cuanto a bienestar moral.

El pensamiento racional puede ser en la mayoría de los casos más correcto o más completo que el emocional, ya que te permite hacer un análisis más profundo y valorar los hechos de  una manera más coherente, que la tendencia afectiva. Aunque en algunos casos la razón y el corazón chocan, y el sentimiento emocional puede al racional. Por ejemplo, cuando nos enamoramos, las emociones son las que dirigen nuestras decisiones, y una vez terminado el proceso amoroso, nos damos cuenta que hemos errado en muchas decisiones, al dejarnos llevar y no tener en cuenta otras opciones diferentes y más racionales.

Lo ideal y a la vez complicado es conseguir una dualidad entre lo que dictamina el corazón y lo que dice la razón. Pero esto nos llevaría muchas veces a la incertidumbre, y no sabríamos bien la manera de actuar. Esta incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, a mi parecer, nos hace la vida más interesante y nos convierte en dueños de nuestro propio destino, según nuestra forma de actuar, capaz de equivocarnos y capaz de seguir adelante y mantener la esperanza, pese a lo que pase en relación al arbitraje tomado.

El tiempo no es otra cosa que el mismo movimiento, el que nos hace fuerte y nos enseña. El fin es, errar lo menos posible, valernos de un equilibrio racional y emocional, para satisfacer cualquiera de las cuestiones que se irán conformando a lo largo del mismo tiempo, del movimiento y que gracias a nuestra experiencia vital, cada vez seremos más completos en lo legítimo y en lo apasionado, o quizás no…

Casi todo tiene solución, sin errores, todo sería más aburrido.


¡¡Déjate llevar… no dejes de pensar…!!

viernes, 28 de marzo de 2014

Lluvia... ¡Tienes una carta!


Querida lluvia:
           
            Hoy te vuelves a dejar caer, quedando a la primavera en un lugar que no se merece. Pero tus gotas de agua sobre mi cabeza, me vuelven a hacer pensar, reflexionar y sobre todo recordar.

¿Los detalles son importantes en la vida de las personas?

Siempre recordamos a las personas, por la preocupación que han tenido con uno mismo, cuando a sabiendas de su situación, siempre han estado ahí, para lo bueno y para lo malo… los detalles son muy importantes a lo largo de la vida y que gracias a ellos, muchas veces han cambiado por completo una situación e incluso una relación.

La vida se compone de pequeños y grandes detalles, materiales e inmateriales. Lo material puede que sea importante para algunas personas, pues siempre que haces algún detalle material, lo haces pensando en lo que significan para la persona a quién va dirigido. Pero un detalle inmaterial te lleva mucho más allá, te lleva de tú sonrisa a la suya, de su voz a tú voz, de su corazón al tuyo... te lleva a su recuerdo. Son este tipo de detalles los que necesitamos, para saber si alguien está ahí.

Las gotas de lluvia siguen golpeando mi cabeza y me vuelven a preguntar: ¿Una excusa es un detalle?

Yo, lo tengo muy claro... me gustan las personas claras, sencillas y sinceras. Que hagan las cosas sin dudas, sin dar explicaciones, sin querer saber la razón o un por qué, con sus motivos y también sin ellos.

Yo, lo tengo muy claro... no me gustan tus excusas, cuando realmente la excusa que siempre tengo, eres tú…

A la espera de sus noticias, se despide atentamente...


Nacho Peña


domingo, 9 de marzo de 2014

Un día sin…, es un día perdido...


Charles Chaplin afirmaba que "un día sin risa, es un día perdido"  y no iba mal encaminado, pues la risa es la mejor cura para todos los males. Pero a lo largo de los días, muchos coincidirán conmigo en que muchas más cosas son necesarias, para ponerle la sonrisa de la que habla Chaplin a los días y a la vida.


            Normalmente nuestros días son pura rutinas, desde que te levantas hasta que te acuestas, por ello es fundamental buscar actividades diferentes, que te obliguen a desconectar por unos momentos de lo que te espera al día siguiente. Aunque parezca mentira, necesitamos elementos necesarios en nuestras horas vitales que nos hagan feliz, y que sin ellos todo sería más complicado.

En este caso, yo no percibo un día sin música, la música me alegra el alma para todo el día. No percibo un día sin poesía y sin reflexión, la poesía y la reflexión me hacen seguir vivo desde pensamiento hasta el corazón.

No percibo un día sin la libertad que necesito, sin bohemia, sin un abrazo, sin una mirada, sin un guiño, sin un rato de soledad, sin una sonrisa… todo esto y más, me da la confianza que necesito, y me ayuda a ser yo mismo.

 No percibo un día sin cosas que no se pueden comprar con dinero, y que son vitales para mi persona y que seguramente son fundamentales para la tuya.

Lo que si percibo es, que si no hago las cosas que quiero y que mi conciencia me transmite, al igual que Chaplin, ese día, será un día perdido…