Charles Chaplin afirmaba que "un día sin risa, es un día perdido" y no iba mal encaminado, pues la risa es la
mejor cura para todos los males. Pero a lo largo de los días, muchos
coincidirán conmigo en que muchas más cosas son necesarias, para ponerle la
sonrisa de la que habla Chaplin a los días y a la vida.
Normalmente
nuestros días son pura rutinas, desde que te levantas hasta que te acuestas,
por ello es fundamental buscar actividades diferentes, que te obliguen a
desconectar por unos momentos de lo que te espera al día siguiente. Aunque
parezca mentira, necesitamos elementos necesarios en nuestras horas vitales que
nos hagan feliz, y que sin ellos todo sería más complicado.
En este caso, yo no percibo un día sin
música, la música me alegra el alma para todo el día. No percibo un día sin
poesía y sin reflexión, la poesía y la reflexión me hacen seguir vivo desde
pensamiento hasta el corazón.
No percibo un día sin la libertad que
necesito, sin bohemia, sin un abrazo, sin una mirada, sin un guiño, sin un rato de soledad, sin una
sonrisa… todo esto y más, me da la confianza que necesito, y me ayuda a ser yo mismo.
No
percibo un día sin cosas que no se pueden comprar con dinero, y que son vitales
para mi persona y que seguramente son fundamentales para la tuya.
Lo que si percibo es, que si no hago las
cosas que quiero y que mi conciencia me transmite, al igual que Chaplin, ese día, será un día perdido…
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