“Hay un libro abierto siempre
para todos los ojos: la naturaleza.”
Rousseau
En épocas más antiguas, las civilizaciones iban al campo a cazar, a coger frutos, verduras... para poder alimentarse. Hoy en día esto ha cambiado tanto que ya no hay necesidad de tener que desplazarnos hasta el campo para poder comer vegetales, pues con los supermercados ya es más accesible tener la comida que vamos a comer a cualquier hora del día. Por ello, ir al campo a coger algún tipo de alimento queda muy reducido, ya que solo lo hacen personas aficionadas a la naturaleza o personas que tienen un motivo laboral.
Desde pequeño tengo como hobby algo particular (al que me aficionó mi padre y con el que voy normalmente), que me introduce dentro de la naturaleza de una forma especial. Esta afición es la recogida de espárragos que normalmente suele ser en el período primaveral, aunque con este estado meteorológico (parece que se ha adelantado la primavera), también puedo disfrutar de este entretenimiento en Enero.
Hay varios tipos de espárragos, pues según la época y sobre todo el tipo de vegetación que haya en el lugar en cuestión, podemos encontrar un tipo u otro. Dos claros ejemplos, en dónde me suelo disuadir en la naturaleza son: Por un lado La Bazagona (próximo a Malpartida de Plasencia, en dónde el aroma huele de cerca el ambiente de Monfragüe), sobre todo es para ir en primavera. Aquí hay zona floral de pinos y otra de encinas y alcornoques, en dónde los espárragos son más finos y con un sabor más dulce por así decirlo. Y por otro lado está La Jarilla (finca ubicada en las Casas de Belvís, dónde el Tajo deja su paso), que es un valle rocoso y lleno de encinas en su parte más alta y de arbustos (como la jara) en la parte más cercana al Tajo. En esta zona los espárragos son más gruesos y tienen un toque más amargo, además las esparragueras tienen pinchos por lo que la precaución es mayor por eso se recomienda la utilización de guantes. Estos últimos son para una estación pre-primaveral (que este año se ha adelantado a Enero).
Unas de las ventajas, que me ofrece este pasatiempo, no solo se reduce a disfrutar de una delicatese totalmente natural a la hora del almuerzo o de la cena, en donde nos podemos deleitar a partir de tortillas, sopas o revueltos realizado con los espárragos recogidos, sino también me sirve como un momento de reflexión en el que puedes respirar un aire limpio en un ambiente lleno de tranquilidad y de sonoridad en buena compañía.
Aquí adjunto unas fotografías de esta mañana en La Jarilla y el resultado de la recogida de espárragos.
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