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martes, 3 de septiembre de 2013

¿Improvisar o planear?

“Lo que no ha pasado a mediodía…
 puede pasar por la noche.” 
César Borgia

Hay noches inolvidables y otras para olvidar, al igual que días, que años, que horas...  ¡Quédate con las buenas y olvida las malas!.

Aquella fue una noche de esa que no te imaginas, que no planeas, que te dejas llevar por la circunstancia (al sacarte de casa un día sin ganas de nada) y la circunstancia se deja llevar por ti (según el momento).

Esa noche alguien con cierta fragancia a ron en su aroma bucal y, desde el otro lado de la barra me llamó y me preguntó:  - ¿Por qué las cosas improvisadas, muchas veces salen mejor que las planeadas?...  - Gran pregunta (respondí como forma de escaqueo particular).

Improvisar, es realizar una cosa sin preparación alguna y con los medios de los que se dispone en ese momento. ¿Eso no es de locos?, cada uno que valore a su juicio.

Siempre le he dado la razón a aquella persona, que aunque llevaba alguna copa de más, todavía eran sensatas sus palabras. Para muchas cosas de la vida cotidiana, la improvisación es fundamental, te hace ser diferente, original, se consigue naturalidad, espontaneidad, evita la monotonía… que en muchos casos el planeamiento no puede conseguir.

Seguramente a ti también te ha pasado más de una vez, cosas que no planeas, al final salen mejor que cualquier realidad planeada.  ¿Por qué?

No hay ninguna fórmula para averiguarlo, por un lado la planificación te permite conseguir un mayor éxito a la hora de plantearte alcanzar un objetivo concreto, aunque pierde la esencia que hace especial lo inesperado, es necesaria, ya que complementa nuestra forma de crear, de repentizar... de llevar a cabo una planeada improvisación.

         Por el contrario, la improvisación en sí misma, te lleva a la libertad, al libertinaje... te permite cerrar los ojos, dejarte llevar por el momento, por la situación, por la circunstancia… y poder volar por el mundo disfrutando, sin pensar ni tener miedo, a que algo pueda salirte mal.








2 comentarios:

  1. Yo siempre diré lo mismo: una buena improvisación surge de una excelente preparación previa...
    Gran entrada, Nacho !Feliz vuelta al cole !

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  2. Totalmente de acuerdo Jorge, al igual que en la vida misma y tomando como símil el Jazz y el Blues, la improvisación parte de una preparación adecuada (en este caso saber la tonalidad y la escala a seguir).
    Gracias por dejarte caer por aquí.
    Un abrazo hermano!!

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