“Cierro mis ojos para ver”
Paul Gaugin
¿Puedes dibujar un
sonido?, ¿puedes escuchar un color?, ¿A qué suena el mundo cayendo por la
escalera?, ¿puedes hablar
en silencio?...
Cierra los ojos, y
piensa… lo importante es centrar la concentración en lo que oyes o mejor dicho
en lo que escuchas. Te darás cuenta que todo lo que suena a tú alrededor, tiene
un sentido, tiene una imagen, tiene un óleo… pero ¡céntrate!, ¿lo escuchas?
Si nos ponemos a cavilar
y a escuchar atentamente, podemos llegar a la conclusión, de como el arte y más
concretamente la pintura, está llena de sonidos atrapados bajo una miscelánea de
colores, que nos quieren transmitir un mensaje. En sus trazos, la pintura esconde
melodías, ritmos, voces, ruidos..., pero solo son percibidos por aquellos que
se detienen y agudizan el oído finamente, sobre el lienzo en cuestión. ¿Puedes
disfrutar del arte con otros sentidos, a parte de los ojos?, ¿puede hablar un cuadro?,
¿suena el silencio?... ¿Y por qué no?, ¡Préstale tú voz a este mundo mudo!
Hoy desde mi rincón,
quiero acercar una actividad basada en la creatividad del espectador, que a su
vez asume el papel de oyente, en donde juega un rol importante la imaginación.
Se trata de un itinerario musical a partir de cuadros, una actividad que
realizamos el último curso de carrera en la universidad, en la asignatura
Expresión musical. Donde os invito a romper el silencio y a hacer sonar la
pintura a partir de tú mirada, a partir de tú música, a partir de tú voz, a
través de tú interior...
El
cuadro elegido, es una composición cubista de Rafael LLopis Nadal, en dónde
podemos ver un reflejo de rabia de la pianista, quizás ante una situación de
furor y dolor. Esto me lo transmite, al ver como tiene apoyada con una mano el
piano y con otra tiene la forma de un lápiz y está sangrando, y pintando con la
sangre en el muro que apoya el piano.
Con
este lienzo, debemos saber que la música y la pintura no solo deben reflejar
momentos de alegría, sino que muchos compositores realizaron obras en momentos
de caídas sentimentales, y que fueron acogidas de mejor manera que muchas obras
de carácter gozo. Por ello, posiblemente la música que está tocando puede ser
triste y melancólica.
Según
esto, ahora me planteo las siguientes propuestas, para hacer en este itinerario
musical: ¿Cómo
suena la obra?, ¿la escuchas?, ¿qué melodía sientes que está tocando?, ¿qué sonido
asociarías a este cuadro?, ¿qué olor?, ¿qué recuerdo?, ¿qué sientes
al verlo?, ¿frío o calor?, ¿pena o alegría?...
Personalmente,
está obra cubista, me lleva a la canción del músico francés Yann Tiersen, La Valse d'Amelie piano. Shakespeare decía que donde mueren las palabras, nace la
música, y creo que también la pintura. Siempre hay que imaginar un sonido, en cualquier situación de silencio.