“Un día quise ser alguien,
y acabé siendo yo mismo…”
Mario Díaz (Cantautor español)
Es de noche, y aquí estoy, apoyado sobre
la barandilla del balcón bajo el humo de un cigarro, reflexionando sobre las
vueltas que puede llegar a dar la vida. Miro hacia el cielo y mi visión se va
atrás en el tiempo y quizás, la nostalgia me lleva al recuerdo de aquellos
maravillosos años cuando estaba en el colegio, donde todo era un juego. Hoy ese
juego se ha convertido en una serie de responsabilidades de un tipo u otro. De
fondo suena la canción Gloria Bendita de Mario Díaz...
Recuerdo que lo importante para
nosotros en aquella época, era ocupar un rol mediático en nuestro entorno
y por supuesto que este fuera lo más respetado posible aunque como todo
muchas veces no era así. Pero en general, podía más el papel descriptivo que la
gente te había asignado, que lo que en realidad eras o lo que en verdad tú
querías llegar a ser.
Cuando pensamos en esta materia de roles,
seguramente se nos venga a la cabeza las principales figuras que siempre
estaban presentes en cualquier grupo de amigos. Personajes como el del líder,
el fuerte, el gordo, el empollón, el guapo y el feo, el raro, el tímido, el
gracioso, el ligón… y un sinfín de roles impuestos por la oscura o no tan clara
realidad que nos rodeaba y que no sigue rodeando, pues siguen estando ahí. En
donde muchas veces se estaba tan avezados al rol impuesto, que un día nos lo
llegamos o se lo llegaron incluso a creer… hasta tal punto que lo real no era
tan real, llegándose a perder incluso la auténtica identidad de uno mismo.
Hoy vuelvo la vista años atrás… y de repente
observo la realidad que rodea el presente, comparo y reflexiono…
Aunque los roles siguen estando
presentes en muchos casos, la vida y la sociedad suelen cambiar, tienden a
evolucionar en el sentido amplio de la palabra y tú en relación a ello. Ese rol
que creíamos tener asignado en la infancia o adolescencia, la senda del tiempo
nos lo ha cambiado en la mayoría de los casos. Ahora el guapo no es tan guapo,
el fuerte no emplea la fuerza como instrumento para conseguir lo que pretende,
el empollón resulta haberse quedado a medio camino y el que creíamos que era
sincero... ¿dónde quedó su sinceridad? He de decir que todo esto también
ocurre a la inversa de lo escrito, pero muchas veces, hay que tener en
cuenta que la sociedad que te rodea te impone un rol que verdaderamente no es
totalmente cierto.
Obsérvate en el espejo, no te mires solo por la parte de delante, mírate
también la parte de atrás y todo lo que sucede a tú alrededor, es importante. Y
pregúntate a ti mismo: ¿Ahora cuál es tú rol?, ¿Es igual al de antaño?, ¿Lo has
elegido tú o te lo han impuesto?, ¿En qué has cambiado?...
Imagen: René Magritte
Esta cara que está oculta, también es importante observarla
para darse cuenta de las cosas.
Lo mejor es crearse uno mismo su propio papel y evitar lo impuesto, sé tú mismo, seguramente te vaya bien. La vida y la sociedad cambian, tú forma de pensar también ...