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domingo, 15 de enero de 2012

Y tú… ¿Por qué hablas de fracaso?

Tras una larga ausencia sin escribir, vuelvo a mi rincón. No he llegado antes porqué cómo ya sabéis hay que cruzar muchos caminos despedregados de todo aquello que te tiene tan ocupado a lo largo del día a día, pero mi finalidad siempre ha sido llegar al lugar deseado. Esta vez lo he conseguido un poco más tarde, pero lo importante es llegar… y estoy aquí.

Lo primero de todo felicitar el año a todo el mundo desde mi pequeño retiro, espero que este año venga cargado de salud, alegría, amor, de música y de palabras... de sueños que se cumplirán y de otros que se quedarán en el camino, pero que no sea por no intentarlo.



“En todo fracaso hay
una oportunidad nueva”.
John Rockfeller 
(Empresario industrial norteamericano)

            Hace poco tiempo tuve una pequeña conversación con un amigo. En ese diálogo hubo un momento en el que comentaba, el miedo que tenía muchas veces a realizar ciertas cosas que se le pasaban por la cabeza tanto en lo académico como en lo laboral y que ese miedo iba ligado a cierta culpabilidad de conciencia que podría obtener al poder fracasar en distintos ámbitos que tenía en mente. Quedé pensativo y opiné humildemente que lo que verdaderamente tenía que tener en cuenta es que un fracaso es algo insignificante si lo comparaba con tener una desilusión con uno mismo, tener miedo a aspirar a algo, tener miedo a soñar…

            Por tener un referente respecto a este tema, puedo poner el ejemplo del inventor estadounidense Thomas Edison, si su pensamiento hubiese estado ligado al miedo al fracaso o al miedo a ser juzgado por aquella mentalidad costumbrista del siglo XIX, seguramente hoy en día no conoceríamos el fonógrafo, la cámara de cine o la utilidad eléctrica de la bombilla. En este sentido el fue valiente y tampoco creía en fracasos sino afirmaba que “Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo”.

            En definitiva, si alguien piensa en el fracaso antes de realizar cualquier cosa, es que no crees en tí mismo y eso puede desembocar en un problema de autoestima. La vida está llena de bienvenidas, de despedidas, de alegrías, de tristezas, de amores, de desamores… pero personalmente creo que no está llena de fracasos, si no de experiencias que llegan a buen puerto y experiencias que pueden quedarse en un sueño incumplido, pero siempre puedes fracasar si te quedas en un sueño a medias.

            La síntesis de este post, la podemos ver reflejada en la cita del político demócrata estadounidense Franklin Roosevelt “En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada”.

            Después de reflexionar, quizás yo también haya fracasado a posteriori de haber escrito este artículo…